Noche de Terror priemera parte

NOCHE DE TERROR

Truenos y relámpagos interrumpian mi calma mientras en mi cabeza miles de ideas pasaban, era de noche, un martes cualquiera, con una tormenta espantosa que estremecía asta al mas valiente, me dispuse a terminar mi maqueta para la clase de ciencias así que me dirigía a la sala cuando un fuerte ruido me altero un golpe tras otro TOK, TOK, TOK,  alguien estaba en la puerta principal  yo me asuste y al momento di un giro de 360 grados para ver de donde provenía el sonido, rápidamente me abalance a la puerta con paso veloz mientras de mis manos caían los materiales que nesecitaria para terminar mi trabajo, postre mi mano en el picaporte mientras de mi boca salian las palabras -QUI-QUIEN ANDA AI?, QUI.QUIEN ES?- nadie contesto, mi temblorosa mano intento girar el picaporte pero en ese momento una tenue vos dentro de mi cabeza me advertía de un inminente peligro(Mira por la mirilla) me decía,  lo que atinadamente  realice, puse mi ojo frente a la mirilla para observar del lado contrario, no se podía apresiar mucho la noche era totalmente oscura y entre la penumbra nocturna y la nebulosa tormenta mi visión se asía casi nula, fue entonces que un relámpago callo y con su breve luz me revelo lo que la oscuridad ocultaba.
Era la silueta de un hombre alto con una gabardina y sombrero que llacia en la entrada empapado de pies a cabeza, nuevamente pregunte buscando una respuesta -QUIEN ANDA AI? QUE ES LO QUE DESEA? LE PUEDO AYUDAR? ESTA PERDIDO?- de estas dos ultimas preguntas son de las que me arrepiento de aber pronunciado pues fue en ese momento que el siniestro hombre se acerco a la puerta y con una voz debil casi susurro me dijo las palabras que me atemorizarían al tal grado...

Me puedes ayudar, muriendo una noche mas!!!

aterrado solo pude echar llave a la puerta y gritarle -SI ESTO ES UNA BROMA NO ES GRACIOSA AHORA LÁRGUESE O LLAMO A LA POLICÍA- sin saber lo que me esperaba no dejaba de ver por la mirilla mientras mi mano apretaba con fuerza la perilla de la puerta como tratando de evitar que se abriese mis ojos se llenaban de incredulidad al ver como aquel hombre misterioso se desvanecía cual bruma en la madrugada, era como si nunca hubiese estado ahí  simplemente desapareció 

al transformarse en una extraña bruma que eventualmente se disiparía en el ambiente ya tétrico.

solo me aleje de la puerta si no antes asegurarme de que estuviese bien cerrada para evitar que cualquier inconveniente pasara, me dirigía a la sala recitando en mi cabeza "no es nada  de seguro fue una alucinación mía por el cansancio mejor dormiré un poco" tome las cosas del suelo y las puse en una mesita de la sala y me dirigía la alcoba, cambie mis ropas, me lave los dientes. apague las luces y cerré perfectamente toda puerta y ventana de la casa por si acaso, me decía y justo en el momento en el que ya me introducía en la cama cubriendo mi cuerpo con las sabanas un sonido hizo que de un salto me incorporara en el suelo TOK, TOK, TOK, TOK, el temor se podía ver con facilidad en mi rostro; alguien en la puerta principal tocaba euforicamente sin pensarlo un momento corrí de nuevo para ver quien era pero esta ves no pregunte nada simple mente me abalance a la puerta mirando por la mirilla y atemorizado caí al suelo era de nuevo el mismo hombre o al menos la misma aterradora silueta de antes que estaba enfrente de la puerta, el miedo me paralizo por completo y solo me pude arrastrar hacia el teléfono los golpes no sesaban  TOK TOK TOK TOK TOK intensificándose cada vez mas y mas, tome el teléfono y le marque a mi amigo  Marcus pero el teléfono estaba muerto yo estaba completamente aterrado nunca me había pasado algo igual y me sentía en la escena de una mala película de terror el toqueteo de la puerta no paraba y eso me alteraba mas y mas 

corrí a mi habitación ocultándome entre la mesita de noche y la cama con el teléfono en la mano intentando una y otra vez marcar.

me repetía una y mi "veces esta bien no pasa nada no puede entrar esta cerrado no te preocupes todo pasara no es nada no debes temer se valiente maldita sea..."
Pronto perdí la conciencia quedándome profundamente dormido en aquel espacio entre la mesa de noche y la cama alumbrado por una leve luz de luna que alcanzaba filtrarse por una fisura de la cortina.